Taller "La Blanqueada"

“La Blanqueada”* fue mi Casa-Taller. Viví en ella hasta que me mudé al Uruguay en 1995. Desde entonces mis idas y vueltas a Buenos Aires han sido constantes. Poco antes de la Pandemia pinté en mi Taller de San Isidro una obra de gran formato a la que  llamé “EL GRAN PEZ”. Un pez que se mueve entre las dos orillas y  en el que me reflejo  como artista rioplatense.

En La Blanqueada creé diversas series y continué dando clases a los alumnos que me habían seguido desde los talleres de Martínez y Acassuso,  a los que se agregaron otros grupos de artistas. Su creatividad renovó el espíritu de retroalimentación que nos enriquecía a todos. La casa cobijó mi fervor  y mis sueños.

Quiero mencionar que la última de mis series llamada Knock Out se gestó durante un momento muy álgido en el que estallaban en la Argentina diversos relatos que conmocionaron al imaginario colectivo sobre femicidios y maltratos dentro de la temática de la pareja polarizada en sus opuestos, donde sin embargo se producían encuentros recurrentes de pasión y olvido. La trama de “la fémina deseada” y el “guapo en el farol” se ha manifestado con mucha fuerza en nuestra música porteña por antonomasia, EL TANGO, en el cual la mujer toma el rol de instrumento o víctima, pero siempre contado desde la voz del hombre. La impronta de las obras dio curso al proyecto de una saga de corte gardeliano en la que la mujer comienza siendo “Una sirena que espera” hasta que consigue liberarse de la apreciación que la estigmatiza,  y encuentra en lo profundo de su ser la propia valorización que redime  su impotencia. (Esta obra, dado mi mudanza al Uruguay, no tuvo oportunidad de ser expuesta y  esa exposición representa para mí una asignatura pendiente, ya que no ha perdido su enorme vigencia.).

  *San Fernando – PuntaChica – Martín Fierro 2480

ÚLTIMAS EXPOSICIONES

Exposición de Dibujos Paranoia La Matrix
realizada en el CENTRO CULTURAL SAN MARTIN, año 1988

Presentación de Catálogo de la Exposición de dibujos realizada en el CENTRO CULTURAL SAN MARTIN

La ascendencia artística de Susana Epstein puede rastrearse en la tradición expresionista y en similares experiencias psíquicas. No es, sin embargo una dibujante que abrace el éxtasis instintivo ni la liberación de las pulsiones.
Trabajando con una línea de modulación sensible, prefiere un orden aparentemente austero y un diseño sin ambigüedades semánticas. Sus dibujos claros y sus figuras generalmente graves y empeñadas en dramáticas tareas son engañosas y no lograr velar el descontento espiritual subyacente.
Asimismo, la simplicidad del dibujo y las variaciones visuales de la línea son medios con los que revela un discurso interiorizado de la experiencia social que con urgencia quiere convertir en imágenes.
La hipocresía, la ausencia de sentido, la problemática del amo y del esclavo, la locura de la vida contemporánea constituyen, inequívocamente, los motivos que impulsan hacia la superficie los contenidos de sus escenas con hombres aprisionados entre gigantescos rodillos, con fatídicos relojes manipulados por otros personajes, con seres humanos cruelmente colgados como reses de ganchos de frigorífico.
Los dibujos de Susana Epstein parecen hablar del derrumbamiento de ciertos valores y cada uno de ellos corresponde a su íntima y particular visión de los otros y de sí misma.
Aun algo más: el diseño en el predomina la línea actúa siempre como equivalente gráfico de idénticas inquietudes existenciales. Todo, sin fracturas, habla de lo mismo.

Jorge López Anaya

 

Paranoia – La Matrix

Comprometida con la vida urbana viví y palpé el destino común de los seres sumergidos en un sueño vívido de alienación sin esperanza que, como piezas de una gran maquinaria, quedaban aprisionados en un espacio sin sentido intentando una lucha desesperada y a menudo estéril por la supervivencia.

Años después de dejar mi profesión de Contadora Pública, sus vivencias regresaron a mi percepción y se plasmaron a través del dibujo en crueles metáforas que expresaban su destino.

Así nació la serie que denominé PARANOIA- LA MATRIX, que ya tiene un proyecto de edición avanzado.

Gracias a Javier Torres, que ocupaba el cargo de Director del Centro Cultural San Martín, fui invitada a exponer como “MUESTRA HOMENAJE A ERNESTO SÁBATO” una selección de los dibujos cuyas imágenes manifestaban cierta afinidad con el libro de su autoría, “Hombres y Engranajes”.

La muestra se realizó en la Sala de Arte del Centro Cultural y contó con la honrosa presencia de ambos.

Exposición de pinturas Salón Principal
CENTRO CULTURAL SAN MARTÍN AÑO 1986

Presentación de Catálogo de la Exposición de Pintura realizada en el CENTRO CULTURAL SAN MARTIN

Más allá de las alternativas de sus imágenes, la pintura de Susana Epstein se dirige constantemente al mismo punto. Sean automovilistas con sus máquinas, televidentes u otras las presencias que ocupan sus telas, siempre será la historia de una fractura: asistimos a un acontecimiento donde el hombre se ve embarcado en alguna aventura que sólo puede ser parábola de lo contemporáneo o la premonición de un futuro.
¿Es el relato de algún peligro? El enjambre de signos ocupa el plano de punta a punta, no para mostrarnos lo aparente de la vida sino para introducirnos en un mundo de formas desgarradas o rotas, por lo general entrelazada a máquinas. Tal vez se trate de mostrar la lucha de lo orgánico contra lo inorgánico: Metáfora justa de la vida actual. Pero no es la vehemencia de su materia que a veces francamente grita con altos contrastes lo que introduce al espectador en este universo fragmentado, sino esos escenarios que tienen algo de paisaje final. Es desde allí- más próxima al susurro que al grito-que esa humanidad nos mira encapsulada en su propio y absurdo viaje o desde la práctica de algún acto nefasto.
De lo que no queda dudas es de que en los espacios ambiguos de Susana Epstein, a veces más o menos naturistas, a veces francamente pictóricos, no se celebra nada, sino que frontalmente o por oblicuos caminos se nos implica en un clima dramático que nos invade con la persistencia de un rito.

Raúl Santana
Director Museo de Arte Moderno de Buenos Aires

Primeras Exposiciones

No puedo dejar de agradecer a Ernesto B. Ródríguez, crítico de la Academia Nacional de Buenos Aires que escribió “La presentación de catálogo” de mis dos primeras exposiciones y que a continuación transcribo, porque manifestó su fé  en mí con generosas  palabras.

Presentación de Catálogo de la Exposición de pintura realizada en la GALERÍA VAN RIEL, año 1978

Toda presentación tiene naturalmente un signo de reconocimiento. Y es así porque uno ha podido comulgar con la obra de otro. Es decir, ha sentido la gracia indefinible de una vocación, Y bien, aquí presentamos a una pintora, Susana Epstein, con una trayectoria corta pero intensa. Ella ha estudiado con Julio Giustozzi, ese doble maestro por arte y humanidad. Susana Epstein ha comenzado a asimilar con personal manera el mundo de la pintura.
Susana Epstein es una pintora que expresa preferentemente las realidades del mundo que nos rodea. Luego es una expresionista representativa de la realidad. Los desnudos presentan por su sintetismo, netos planos de color y nos señalan una nueva y dificilísima visión que la acucia.
Nosotros, atentos al fervor se Susana Epstein, vemos un comienzo promisorio en un mundo que recién inaugura. En suma: todos sus cuadros, todo lo que aquí expone, muestran la fé, esa fé que nace de la expresión de un generoso lenguaje plástico-

Ernesto B. Rodríguez
Academia Nacional de Bellas Artes

Presentación de Catálogo de la Exposición de Pintura realizada en la GALERIA CROMÁTICA, año l98l.

Esta pintora vive el reclamo más profundo de su arte: la alegría de pintar. Las teorías y los complejos problemas que acucian el arte, logra sobrellevarlos con una alegría creadora. Susana Epstein se descubre en sus cuadros que son espejos reveladores: tanto de su ser, como del mundo que le toca vivir. Por eso busca colores y formas que transmitan sus visiones interiores, engarzadas con visiones de la realidad, surge una pintura incitante, que llega hasta nosotros con la fuerza de un lenguaje plástico y significativo.
La exposición presente muestra esa transformación aludida en su imaginería. Esto es: pasa de la visión representativa a una concepción grandemente abstracta, aún cuando sus figuras de la realidad aparecen integradas en ella. Sus imágenes y sus colores giran, por así decirlo, en armonía y nos atraen con encantamientos de calidoscopio. Son figuras y formas abstractas para una imagen total.
Sin duda este es para nosotros el período más pleno de su pintura, es decir, allí donde el sentido plástico sustenta, sin traicionar, una rica fantasía.

Ernesto B. Rodríguez
Academia Nacional de Bellas Artes

NOTA al pié de Trayectoria

Gracias a mi nieto Iván Epstein –cineasta- y a sus amigos Melina di Prinzio -Fotografía- y el Lic. en Comunicación Audiovisual y Programador Web Juan Manuel Brignole, gran parte de mis trabajos de dibujo y pintura, guardados en San Isidro, han vuelto a la luz conformando esta página que ustedes están viendo.